Criptorremesas: ¿una amenaza para negocios como Western Union?

Las transferencias de dinero de emigrantes han encontrado en las plataformas de criptomonedas un lugar rápido y barato para hacerse. ¿Desplazarán a Western Union y a Money Gram?

La amenaza más cercana que tienen las empresas que viven de las remesas podrían ser las criptomonedas. Por lo menos en El Salvador, país que declaró el año pasado el Bitcoin como moneda de curso legal y en donde las remesas equivalen al 26% de su PIB. Su banco central estima que en 2021 pudieron entrar al país US$7.200 millones provenientes de los salvadoreños que residen principalmente en los Estados Unidos.

Al lanzar el monedero estatal Chivo, el presidente de El Salvador Nayib Bukele estimó que, a medida que aumente su adopción, compañías como Western Union y MoneyGram podrían llegar a perder US$400 millones al año en comisiones. Western Union no respondió a una solicitud de comentarios para esta historia.

El Bitcoin, la más famosa de las criptomonedas, persiste con la promesa de la descentralización y la transparencia de la tecnología Blockchain, la cual a su vez ha evolucionado para que las comisiones y los costos transaccionales sean bajos.

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Maximiliano Hinz, director de operaciones de Binance –la mayor plataforma de criptomonedas del mundo− en Latinoamérica, señala que enviar criptomonedas puede costar centavos o nada dependiendo de la red y el método, con la ventaja de mantener propiedad sobre las monedas y solo se le transmite a un tercero sin cederle la custodia a un tercero y que para enviar criptomonedas no hay ningún tipo de restricción por algún banco o ley porque las mismas son información dentro de la red.

“A medida que haya más adopción vamos a ver cómo cada vez más los usuarios migran de las plataformas tradicionales al uso de criptomonedas”, indicó Hinz a Forbes.

En ese mismo sentido, el country manager de la plataforma de criptomonedas Buda en Colombia, Alejandro Beltrán, resalta que con tecnologías como Lightning Network, que funcionan como una segunda capa de la red de Bitcoin, es posible enviar o recibir dinero de cualquier parte del mundo con un costo que no supera los centavos de dólar y la transacción, de principio a fin, puede tardar unos segundos, conservando las propiedades de seguridad y escalando a la velocidad de un procesador de pagos.

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“Con lo anterior en mente, el desafío de Bitcoin para convertirse en el estándar es que las personas logren superar la barrera de entrada al mundo de las criptomonedas. Para eso es fundamental una labor de pedagogía constante y responsable”, apunta Beltrán.

Es algo que refuerza David Aw, CEO de Inbestgo, socio oficial de Abra en Latinoamérica, alegando que la educación financiera será importante para romper los mitos que existen entorno a las criptomonedas, ya que muchas personas no conocen su funcionamiento y la tecnología detrás de ellas, por lo que las perciben como una amenaza y un medio de cambio poco confiable.

“El universo financiero está evolucionando a pasos de gigante y el mundo de las remesas no se está quedando atrás”, complementa Aw. “Enviar pagos transfronterizos y hacer transferencias será un proceso cada vez más sencillo”.

El proceso para enviar y recibir remesas de esta manera empieza precisamente comprando criptomonedas en alguna de las plataformas que permiten hacerlo, teniendo en cuenta que puede haber volatilidad en los precios de algunas de las más conocidas. De esa manera puede transferirse la criptomoneda –o un pedazo de la criptomoneda– a otra dirección con la misma facilidad que implica mandar un correo electrónico.

Una vez se recibe la criptomoneda, el receptor se puede quedar con la misma en su billetera digital y usarla en comercios que la reciben como método de pago. Por ejemplo: la plataforma de educación en línea Platzi y la plataforma inmobiliaria La Haus reciben el Bitcoin como método de pago, así como múltiples bares y restaurantes que están explorando el mundo cripto.

Sin embargo, si quieren pasarlas a dinero tradicional o monedas de curso legal, en su plataforma de confianza podrán venderlas a un tercero, que a cambio deberá transferir el dinero a otra billetera digital o si se requiere, a alguna cuenta bancaria, donde el dinero está listo para usarse o para retirarse en un cajero.

Fuente Forbes Colombia https://forbes.co/